Villarrobledo se encuentra en la zona más llana de La Mancha, dentro de la Comarca Mancha Júcar-Centro, sobre la mitad oriental de la Meseta Sur.
El proceso histórico de Villarrobledo se inicia en el siglo XIII, si bien, dentro de sus dominios territoriales se registran asentamientos humanos de manera continuada desde el Paleolítico. Con un rico patrimonio artístico, cultural, histórico y natural, el término municipal de Villarrobledo es el más extenso de la provincia de Albacete y uno de los mayores de España.
La mayor riqueza arquitectónica se concentra en torno a la plaza Ramón y Cajal, declarada Conjunto Histórico Artístico y en la que se encuentran los edificios más representativos de la localidad, la iglesia parroquial de San Blas y la Casa Consistorial, ambos con la categoría de Monumento Nacional. En la parte sur de esta emblemática plaza se encuentra la Casa de Andrés López-Muñoz, la primera vivienda levantada por los fundadores de la villa en el siglo XIII.
Son varias las épocas del año en las que Villarrobledo se convierte en punto de encuentro de multitud de personas de todo el mundo por la variedad de eventos que se dan cita en la localidad, destacando sus Carnavales, declarados de Interés Turístico Nacional, su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Regional, el festival de música Viña Rock, etc.
Conocido por poseer la mayor extensión de viñedos del mundo, este municipio tiene una arraigada tradición vitivinícola, con numerosas bodegas que son visita obligada para los aficionados al turismo enológico.
También tiene un gran atractivo para los amantes de la caza, cuya práctica se puede llevar a cabo en casi la totalidad del municipio.
Además, Villarrobledo ha sido durante cuatro siglos referente mundial en la fabricación de tinajas de barro, una tradición que no se ha perdido y que está al alcance de todos los que visiten el Centro de Interpretación de Alfarería Tinajera o incluso algunos de los talleres artesanales.