Villapalacios

Históricamente formó parte del Señorío de las Cinco Villas de la Sierra de Alcaraz formado por Villapalacios, Bienservida, Villaverde de Guadalimar, Cotillas y Riópar.

Dentro de Villapalacios y al pasar por la Plaza Mayor, cuyo entramado es el original, el viajero se habrá dado cuenta del tremendo respeto que este pueblo siente por sus calles y su iglesia de San Sebastián, declarada monumento Histórico Artístico Nacional.

La iglesia de San Sebastián fue construida a finales del siglo XV y es de estilo gótico con elementos renacentistas. Actualmente es un gran edificio de planta rectangular, y sacristía de forma cuadrangular. El coro y artesonado situado a los pies de la nave principal son los elementos más destacados. Su importancia radica en la decoración formada por elementos geométricos de vivos colores que cubre absolutamente todo el coro sostenido por vigas de madera policromada. Sobre este coro se alza una singular tribuna renacentista de valiosas maderas donde resaltan doce cabezas de personajes casi todos ellos representados como monstruos, con orejas puntiagudas, ojos saltones, dientes enormes y cuernos. El techo de madera se adorna por un artesonado mudéjar, muestra de decoración vegetal con pámpanas y racimos de uva entre líneas ondulantes y motivos geométricos que constituyen el aporte artístico más valioso de la iglesia.

En sus alrededores destacan recursos naturales como la cueva Negra, la cueva de los Morciguillos y los picos del Guadalmena (conocidos como los “Pizorros”. Los Pizorros son un grupo de rocas emergentes de cuarcita blanca, que hay en la sierra de Guadalmena y que tienen una espectacular y singular belleza.)

La gastronomía de Villapalacios esta marcada por platos típicos que tradicionalmente han pasado de generación en generación: los galianos con carne de caza, perdiz en escabeche, olla gitana, potaje de Semana Santa, panecillos dulces con “matalauva”, tortada de almendras y miel y el famoso rosco del pelitreo.