Tarazona de la Mancha

Tarazona de la Mancha se encuentra al norte de la provincia de Albacete, situado en la parte central del límite con la vecina provincia de Cuenca en la comarca de Mancha Júcar-Centro. Está atravesado por el río Valdemembra, pequeño arroyo que desemboca en el Júcar, y que pasa por el casco urbano, teniendo en su cauce un puente romano. El límite sur del término viene dado por el río Júcar.

Según consta en la Carta Arqueológica de Tarazona de La Mancha, realizada en 1978 por Cayo Tomás González y Matías Muñoz, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Albacete, se han encontrado en Tarazona de La Mancha restos de la Segunda Edad del Bronce. También se han encontrado vestigios de los períodos Paleolítico y Neolítico en diversos lugares del término municipal. Los diversos yacimientos se hallan bastante repartidos y dan testimonio de los primeros pobladores de estas tierras.

La localidad de Tarazona de la Mancha posee un rico patrimonio monumental, apreciable en un simple recorrido por sus calles que conservan casas señoriales de los siglos XVII y XVIII.

Especialmente destacable es la Plaza Mayor, declarada Conjunto Histórico-Artístico Nacional. En ella se encuentran el Ayuntamiento y la iglesia de San Bartolomé. Otro edificio religioso es la ermita de San Antón, situada en una parte elevada de la villa.

También es de gran interés la plaza de toros, construida hacia abajo, excavando el coso en un cerro.

Pero quizá sean sus Carnavales y las Fiestas de San Bartolomé, ambas declaradas de Interés Turístico Regional, el mayor reclamo turístico de la localidad.