Navas de Jorquera es un pequeño municipio de La Manchuela situado en el extremo nororiental de la provincia en el límite con la provincia de Cuenca.
Sobre su origen e historia se encuentran datos correspondientes a los siglos XII y XIII, cuando Alfonso VIII conquistó la localidad conquense en el año 1.184 adentrándose en la provincia de Albacete por el norte del río Júcar, conquistando Jorquera en 1211.
La nota predominante del paisaje de Navas de Jorquera son sus grandes llanuras, donde en otros tiempos se formaban navas o balsas naturales provenientes de las aguas de lluvia, característica de la que adoptó el nombre esta localidad.
De su patrimonio artístico, cabe destacar la iglesia de San Gregorio Magno que alberga las reliquias de San Eleuterio y San Liberato, en cuyo honor también se celebran las Fiestas Mayores.