Fuensanta

Los orígenes de Fuensanta, en la comarca de Mancha Jucar-Centro, hay que buscarlos en torno a una aparición mariana y la construcción de una ermita con una fuente en el lugar de la aparición, en el término de La Roda. Posteriormente fue comprada por la Orden Trinitaria para edificar un monasterio. La atracción de la fuente santa para recibir baños hizo que se creara una pequeña aldea, Fuensanta, que acabaría segregándose de la Roda.

Con la desamortización de los bienes de la Iglesia, a principios del siglo XIX, queda abandonado el Monasterio de los Trinitarios, hoy Santuario de Nuestra Señora de los Remedios y parroquia de la localidad, donde también se encuentra el Museo Etnográfico.

En cuanto a arquitectura civil, se conserva un arco en la calle de Las Huertas que data de la época árabe y podría ser el resto de un acueducto. También han perdurado en el tiempo otras edificaciones de valor arquitectónico, como una antigua casa barroca del siglo XVIII, actualmente dividida en tres casas particulares, en la que destaca su fachada rococó y una buena rejería; y palacete de estilo modernista conocido como Villa Manolita o la Casa de los Mañas que se reformó en el año 2003 para convertirla en un albergue rural.

Además, esta localidad posee hermosos parajes para disfrutar de la naturaleza, especialmente los caminos que discurren paralelos al río Júcar que llevan a parajes tan hermosos como La Manchega, Quitapellejos o Recodo Bello, lugares especialmente atractivos para los aficionados a la pesca y donde las especies más abundantes son cangrejo, lucio, black-blass y barbo.