Bogarra

Bogarra se enclava en uno de los parajes naturales más singulares de la Sierra del Segura. Las calles de Bogarra, estrechas y empinadas, conservan aún un cierto regusto antiguo y serrano.

Probablemente la población se inició con un asentamiento íbero en el siglo V a. C., atestiguado por el descubrimiento de la Esfinge de Haches a los pies de la atalaya del mismo nombre. Las atalayas son las torres fortificadas que ejercían la función de vigilancia en esta región, en la que fueron frecuentes los ataques. La Esfinge de Haches es una escultura fabulosa que representa la mítica figura con garras de león, cuerpo de ave y cabeza de mujer. La original se encuentra en el Museo Provincial de Albacete, pero podemos ver una réplica de ella en la plaza del Cabezuelo, frente al Ayuntamiento.

Junto a la población, y dominándola desde las alturas, se eleva el Cerro del Picayo, imponente mole rocosa que parece asomarse a todas y cada una de las casas de la población. Desde su cima, al sur de la Villa, se practican deportes como el parapente y el Ala delta.

El agua, que canalizada por el río Segura besa los pies de la población, es la razón de ser de uno de los parajes más bellos de cuantos posee este término municipal. Se trata del lugar conocido como el Batán de Bogarra. Dotado de infraestructuras para el disfrute de los turistas, el Batán es un monumento a lo que da la vida en la Sierra: El Agua. Donde el visitante disfrutará observando el salto de agua del arroyo del Batán con cascadas de 25 metros de altura. Es esta la que hace que las rocas se cubran de vegetación verde e imponentes masas boscosas.

Desde el mismo municipio de Bogarra existen diversos miradores acondicionados que permiten observar el paisaje y el pueblo, destacando el que se encuentra en la plaza del Cabezuelo y el mirador ubicado frente de la iglesia.

También podrán disfrutar de estos maravillosos paisajes los aficionados al turismo activo través de la Ruta del río Mundo (GR-67), en dos de sus tramos: Paterna de Madera – Bogarra y Bogarra – Ayna. Además en los últimos años se ha creado la ruta de las esculturas, donde aficionados y profesionales de la talla de piedra, se dan cita un fin de semana al año para dejar constancia en la roca de lo que saben hacer, haciendo esta ruta muy entretenida especialmente entre los más pequeños. Además, se pueden realizar pequeños itinerarios turísticos como la visita a la cueva de La Mora -a cuatro kilómetros de Bogarra- o al cerro Padrastro, situado a cuatro kilómetros hacia el oeste.

Son distintivas de esta localidad las tradicionales alfombras florales que se elaboran la noche anterior al día del Corpus Christi dibujando sobre el suelo diseños que reflejan los signos eucarísticos y cubriéndolos con las flores que han recogido con anterioridad de diversos parajes de la localidad.

Esta tradición comenzó en 1974, cuando el párroco le encargó al artista local Quijano la realización de una alfombra de flores naturales.