Alcalá de Júcar

Alcalá del Júcar, ubicado en la comarca de la Manchuela, es un municipio declarado Conjunto Histórico Artístico. Se trata de uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de la provincia de Albacete.

Enclavada en la hoz del río Júcar, sus casas excavadas en la montaña se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas. Esta peculiaridad ha sido aprovechada para ofrecer al visitante la posibilidad de visitar varias cuevas -las del Diablo, las de Masagó y las de Garadén- y contemplar impresionantes vistas desde sus miradores.

Es un destino ideal para los aficionados al turismo activo, pudiéndose practicar multitud de deportes como rafting, escalada, puenting, canoas, piragüismo, etc., así como rutas en quads, a caballo y 4×4.

En este municipio son visitas esenciales:

La iglesia de San Andrés, restaurada hace pocos años, fue construida entre los siglos XV y XVIII, por lo que en ella se combinan estilos diversos, con predominio del barroco de la segunda mitad del siglo XVIII. Su fachada neoclásica, hecha en la piedra caliza de la zona, destaca al primer golpe de vista por su estilizada torre de cerca de 70 metros de altura.

El castillo realizado entre los siglos XII y XIII es de origen almohade y está ubicado en la parte superior de Alcalá del Júcar. Por su situación dominante sobre la muela formada por la hoz del río Júcar fue una fortaleza inexpugnable hasta que Alfonso VIII de Castilla, en el año 1213, lo recuperó definitivamente para su corona. Se conserva un torreón pentagonal con dos torrecillas de planta circular en dos de sus ángulos rectos y los restos informes de una antigua cisterna o aljibe en el centro del recinto.
En cuanto al recinto externo, aunque derruido, todavía conserva algunos trechos con almenas y restos de torres. En él se realizan exposiciones temporales durante todo el año.
Horarios de lunes a domingo:
Verano: de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.
Invierno: de 11.00 a 14.00 y de 15.00 a 18.00 horas.

La ermita de San Lorenzo está situada a tres kilómetros de la población, sobre un pequeño montículo al lado del río en la carretera que va a La Recueja.

La plaza de toros es una de las más antiguas del país. Se encuentra situada en la ladera de la montaña y es muy original y curiosa debido a su forma irregular.

La gastronomía de Alcalá del Júcar consta de platos típicamente manchegos, como la perdiz escabechada, la paletilla de lechal al horno, el cabrito con ajos, el gazpacho manchego o las migas del pastor. Todo ello maridado con vinos acogidos a la Denominación de Origen Manchuela.