Las tamboradas de Agramón, junto con las de Hellín y Tobarra, son las de mayor tradición y arraigo de toda la provincia de Albacete, además, la Semana Santa y la Tamborada de Agramón, ha sido la primera pedanía de Castilla-La Mancha en obtener la catalogación de Fiesta de Interés Turístico Regional.
Los apenas 800 habitantes del pueblo se entregan con devoción en todos los actos, también en las semanas previas. Al término de la procesión del Silencio, sobre las doce de la noche del Jueves Santo, los tambores se erigen en protagonistas. Las calles mudas minutos antes se ven inundadas por cientos de tamborileros que, ataviados con túnicas moradas, tocan a un mismo son el famoso “racataplán”