El Cerro de los Santos en Montealegre del Castillo dentro de la comarca de Monte Ibérico, es el yacimiento arqueológico íbero más importante de España. Corresponde a un Santuario Ibérico que estuvo situado en el trayecto de la vía Heraclea datado entre los siglos IV a. C. y IV d. C.
En la Edad del Bronce se asentaron en la zona los íberos formando agrupaciones o tribus, siendo la de los contestanos la que ocupó las provincias de Albacete, Valencia, Murcia y Alicante. Los contestanos tuvieron contactos comerciales con otros pueblos como los fenicios, egipcios, griegos y asirios. En esta época se levantó el templo íbero en el Cerro de los Santos como lugar de peregrinaje y centro espiritual.
En época romana, al declarar Constantino la religión cristiana como la oficial, el templo entró en declive hasta que en el año 399 Arcadio mandó destruir todos los templos gentiles de campos y ciudades. El templo del cerro de los santos fue quemado, habiendo quedado como huellas grandes masas de plomo derretido.
El nombre de Cerro de los Santos proviene del siglo XIV pero no fue hasta mediados 1830 cuando se deforestó la zona y comenzaron a aparecer los primeros hallazgos.
Actualmente en el lugar no queda prácticamente nada y donde estuvo el santuario solo puede ser localizado gracias a un obelisco conmemorativo, ya que la mayor parte de sus hallazgos se conservan en el Museo Arqueológico Nacional y en el Museo de Albacete.
Además del templo, en este yacimiento se han encontrado más de 500 esculturas que destacan por su gran tamaño; de ellas la más significativa es la Gran Dama Oferente, uno de los principales símbolos del arte ibérico.