El castillo de Alcalá del Júcar fue realizado entre los siglos XII y XIII es de origen almohade y está ubicado en la parte superior de Alcalá del Júcar.
Por su situación dominante sobre la muela formada por la hoz del río Júcar, fue una fortaleza inexpugnable hasta que Alfonso VIII de Castilla, en el año 1213, lo recuperó definitivamente para su corona. Se conserva un torreón pentagonal con dos torrecillas de planta circular en dos de sus ángulos rectos y los restos informes de una antigua cisterna o aljibe en el centro del recinto.
En cuanto al recinto externo, aunque derruido, todavía conserva algunos trechos con almenas y restos de torres. En él se realizan exposiciones temporales durante todo el año.