Semana Santa y Tamborada de Hellín

Declaradas de Interés Turístico Internacional, la Tamborada y la Semana Santa de Hellín son manifestaciones diferentes, la primera profana y la segunda religiosa, que coinciden en el tiempo, desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección.

La Tamborada de Hellín tiene su origen en el año 1876, cuando un grupo de tamborileros que hasta ese momento participaban en la procesión se salieron de la misma y se pusieron a tocar el tambor con toda libertad por las calles del municipio.

Es una de las celebraciones más famosas y conocidas de la provincia de Albacete, donde mayores y pequeños irrumpen con sus tambores por las calles de la ciudad en un número superior a los 20.000 tamborileros, ataviados con túnica negra y al cuello pañuelo rojo o capuz negro.

Tan propio de la tamborada es el tambor, como las “peñas”, principales protagonistas en estos días en Hellín. En un principio fueron grupos de tamborileros que repetían las mismas pautas cada año, pero con el paso del tiempo fueron surgiendo peñas que se agrupaban para participar en la tamborada.

Procesiones y Tamboradas mas importante de Semana Santa de Hellín

La primera tamborada tiene lugar en la noche del Viernes de Dolores, día en que se celebra el Vía Crucis de las Antorchas.

El Miércoles Santo comienza la segunda gran cita con el tambor. Todo el mundo sale a la calle con su túnica y tambor y, agrupados en peñas, recorren las calles de la ciudad hasta las once de la noche, hora en que se recoge la procesión de La Oración del Huerto.

Aunque es durante la noche del Jueves Santo cuando se celebra la tamborada más importante de la Semana Santa. A las 12 de la noche, una vez recogida la Procesión del Silencio, las peñas de tamborileros salen a la calle convirtiendo el silencio de la noche en un gigantesco estruendo.

La cuarta y última tamborada se celebra durante la noche del Sábado de Gloria, prolongándose hasta la tarde del Domingo de Resurrección. Los tambores tocan durante toda la noche en espera de la celebración del Encuentro en la mañana del Domingo de Resurrección.

La despedida al Tambor consiste en la suelta de palomas que salen del interior de un tambor gigantesco poniendo punto y final a las tamboradas de Semana Santa.